La jarana
es un baile de pareja que consiste en un zapateado sin pasos fijos ni
diferenciación entre el hombre y la mujer. En ciertas comunidades predominan
determinados pasos localmente tradicionales, sin que ellos excluyan a otros
diferentes, propios de las fantasías de los danzantes, ya que cada quien puede
realizar sus creaciones personales, entremezclando pasos ya conocidos.
La jarana es un baile típico de la Península de Yucatán
que comprende los Estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Existen 2 formas
de métrica de este tipo de baile.
La Jarana 6 X 8, zapateada, nieta de los aires andaluces
e hija de los sones mestizos, es de movimiento de vivo marcado a dos tiempos,
cuyo acento rítmico cae en el segundo tercio del tiempo ligero del compás, en
una nota que puede ser prolongada hasta el tercer tercio o sincopado hasta el
primer tercio del siguiente compás. Una de las características musicales de la
jarana 6 X 8 es la de reforzar el segundo tercio de tiempo pesado de los
compases impares, mediante una apoyatura superior de segunda mayor o menor, en
la actualidad se ha perdido esta particularidad en su escritura más no así en
su ejecución, ya que los músicos lo hacen siempre intuitivamente a manera de
adorno.
La Jarana 3 x 4, nacida posteriormente, es valseada y
tiene el aire de la jota aragonesa de las que se deriva, por ello su movimiento
metronómico es igual a 84 blancas un puntillo; inicialmente la jarana 3 x 4 era
exclusivamente para ser bailada, posteriormente se han agregado textos rimados,
ya sea adaptándoselos a una música preexistente o bien poniéndole música a
determinados versos festivos.
La estampa titulada Jaranitas, tanto en la música como en
la danza es un trabajo de investigación que cuenta con el apoyo musical de Uk
Ayil Kah, basado en el encuentro de viejas partituras musicales rescatadas por
este excelente grupo entregado a nuestras raíces, del mismo modo la
interpretación bailable al ser un trabajo de estudio profundo de nuestra
cultura, no cuenta con la monografía estructurado como tal.
·
CHANCLETITAS: Jarana con compases de 6 x 8, en la que su autora
Srita. Zoila Quijano MacGregor revela claramente la profunda raíz hispánica de
este tipo de sones. En esta tierra el calzado popular femenino recibe el nombre
de "Chancletas".
·
LOLITA: Folklórico de nuestro Estado de Campeche pieza dedicada
con mucho cariño y admiración a Doña Lolita Lanz.
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GUARANDUCHA: Este baile comienza con jarana al ritmo de 6 x 8 pero
con la modalidad especial del trópico en los huachapeos y chancleteos; a la
mitad del baile se introduce el ritmo de habanera correspondiente a la comparsa
de influencia negra denominada María Francisca, las parejas de más soltura se
desprenden para bailarla mientras los otros danzantes corean y marcan el ritmo
con palmadas. Al final se incorporan todos al baile terminando con la jarana.
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EL PICHITO
AMOROSO: Es uno de los bailes más alegres con que
cuenta la bullanguera juventud campechana, definitivamente sus movimientos como
los pide la música provienen del zarandeo y su ritmo es francamente tropical.
Se baila imitando el vuelo de esta ave que pertenece a la familia de los
tordos, pero que es muy fea y la más enamorada de todo el reino de las aves,
por eso sus saltos y brincoteos dan lugar a elaboradas figuras y remates
acompasados y bellos.
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AIRES
REGIONALES: Conocida Jarana que evoca el ambiente
típico peninsular, con sentimientos enraizados de nuestra cultura, como
importante manifestación artística del folklore campechano.
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JARABE CUBANO: Este es un baile breve pero muy enérgico, está escrito
en seis octavos y su género es zapateado. Se baila enlazados por la cintura y
con la mano libre hacia arriba, siempre se hace en juego de dos parejas o en
números pares que evolucionan, taconean y valsean con giros rapidísimos y
recorriendo casi todo el tablado, se repite varias veces, concluye
brillantemente con un fuerte golpe y desplante al público, pidiendo el aplauso.
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BAILE DEL
ALMUD: Conjunto de sones de origen hispánico que
adquieren naturalización en Campeche, se interpreta, con peculiar maestría; su
hábil taconeo y remate a ritmo de 6 x 8 lo hacen muy lucido. Al ejecutarse
sobre un almud, su belleza se hace más significativa, cuando interrumpiéndose
la música, los bañadores siguen zapateando, turnándose en esta suerte, y
demostrando su habilidad.
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CAMPECHITO
RETRECHERO: El diminutivo cariñoso unido a la castiza
expresión que significa la contagiosa alegría y el desenfado sin límite del
espíritu campechano, dan nombre a esta típica jarana. Los bailadores se
embelesan con su taconeo y contagian al espectador, con la campechanía
bullanguera de un pueblo antiguo que ha sabido proyectar una personalidad a
través de mares y continentes.